Entretenida película dirigida en 1941 por Raoul Walsh, perteneciente a su época en la Warner. Consagró a Humphrey Bogart como estrella, y cuenta con la belleza de Ida Lupino y, mi preferida de las dos, Joan Leslie.
Bogart y Lupino
Walsh se caracteriza por el ritmo, el uso de la elipsis y por un montaje trepidante. De hecho, si la película tiene algún defecto principal éste es que va tan deprisa que el director se ve obligado a rellenar metraje con tramas secundarias, pues en caso contrario nos saca del cine en menos de una hora.
Joan Leslie
En resumen, apreciable ejercicio de cine negro donde, de manera inevitable, la fatalidad se cierne sobre los protagonistas desde el primer minuto. Ah, y sale un perrico. Eso siempre resulta en buen cine.
Ida Lupino
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