domingo, 10 de marzo de 2013

El impostor

Cuando la realidad supera a la ficción
El impostor (The imposter, Bart Layton 2012) es un documental ficcionado que bien puede verse como un thriller al uso. Sus puntos fuertes están en la historia en que se basa, así como en el tono de intriga conferido a la cinta.

Sinopsis: La historia comienza con la perturbadora desaparición de Nicholas Barclay, un niño de Texas de 13 años. Tres años después se reciben noticias sorprendentes sobre el caso: el chico ha sido hallado en España, y dice que ha sobrevivido a las torturas de un grupo de enigmáticos secuestradores. Su familia está encantada de tenerlo de vuelta, pero todo se vuelve aún más extraño una vez en Texas. ¿Cómo es posible que el hijo rubio de los Barclay sea moreno ahora? ¿Quién es esta persona?


No desvelaré nada, cuanto menos se sepa del desarrollo del film, mejor. ¿Recomendable? Sin duda. Eso sí, en la línea de los nuevos documentales (Man on wire, The Cove...) donde el sentido estético y del espectáculo sustituyen el tono aséptico tradicional del formato.

¿Contras? Una inevitable sensación de irresolución al terminar la película, así como de haber sido conducido, manipulado. También me surgen dudas razonables sobre la legitimidad de algunas de las cuestiones que el director plantea. Todo ello disculpable ante la curiosidad de los hechos y ante un gran ejercicio narrativo que no decae en ningún momento.

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